El vía crucis viviente del Paso Morado se renueva con más personajes, escenas y efectos visuales

El Paso Morado invita a todos los ciudadanos y visitantes a participar y presenciar esta emocionante manifestación de fe, arte y tradición que pone en valor la riqueza espiritual y cultural de Lorca en plena Semana Santa

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El vía crucis viviente del Paso Morado se renueva con más personajes, escenas y efectos visuales.

 El emblemático Monte Calvario de Lorca, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), se convertirá una vez más en el escenario del vía crucis viviente del Paso Morado, que se celebrará el Lunes Santo a las 21:00 horas. Este año, la representación llega con una puesta en escena completamente renovada y con la dirección artística de Juan Martínez, incorporando importantes novedades para reforzar el dramatismo y acercar aún más al público la historia de la Pasión y Muerte de Jesucristo.

La escenificación contará con la participación de 40 actores, un número significativamente superior al de ediciones anteriores, e introducirá nuevas escenas que darán mayor protagonismo a personajes secundarios de la tradición bíblica como Claudia Prócula, esposa de Poncio Pilato. El papel de Jesús será interpretado por José Miguel Millán.

Entre las novedades más destacadas se incluyen efectos de iluminación diseñados para intensificar momentos clave del relato, así como una reducción en la duración del acto, que no excederá los 40 minutos, lo que hará que la experiencia resulte más dinámica y accesible para el espectador.

Después de varias ediciones itinerantes, el vía crucis se consolida en un único escenario fijo, situado ante las capillas del Monte Calvario. Para facilitar la asistencia, se instalarán sillas para más de un millar de personas, que podrán disfrutar cómodamente del espectáculo al aire libre en un entorno cargado de simbolismo y espiritualidad.

El texto, basado en el tradicional rezo del vía crucis transmitido por los conocidos ‘rezaores’, ha sido adaptado por Mariano Llamas y se mantiene fiel a la esencia popular y devocional de esta tradición lorquina.

La representación, que se ha convertido en una de las citas más esperadas de la Semana Santa lorquina, ha registrado en años anteriores una afluencia media de 1.200 a 1.500 personas, consolidándose como un evento de referencia no solo para los fieles y cofrades, sino también para visitantes y turistas interesados en el patrimonio cultural y religioso de la ciudad. La edición de 2024 tuvo que suspenderse debido a la previsión de lluvia, lo que ha incrementado la expectación para este año.